Marta iba vestida de la diseñadora Marta Martí, cuyo impecable diseño realzaba su elegancia y estilo. El vestido, una obra maestra de gasa y seda, resaltaba la silueta de Marta de manera sublime. Marta emanaba un aura de sofisticación que capturaba la atención de todos los presentes en la boda.
La ceremonia en la majestuosa Catedral de Lleida fue un espectáculo lleno de solemnidad y emotividad. Marta caminó por el pasillo central con gracia, mientras que la luz tenue resaltaba cada detalle de su vestido y cada paso que daba.
Después de la conmovedora ceremonia religiosa, los recién casados, Marta y César su ahora esposo, se dirigieron al Palau de Margalef para continuar la celebración. El lugar estaba adornado con luces cálidas entre los árboles, creando un ambiente mágico. Los invitados se mezclaron entre risas y felicitaciones, mientras disfrutaban de la encantadora cena al aire libre.
La decoración, meticulosamente organizada por los expertos de Bodas de Cuento, añadía un toque de cuento de hadas a la velada. Mesas elegantemente dispuestas, flores exquisitas y detalles cuidadosamente seleccionados creaban un escenario único para una noche inolvidable.
Marta y César rodeada de seres queridos, bailaron y disfrutaron de una gran festón, convirtiendo la celebración en un sueño hecho realidad.
